El modelo propuesto para la evaluación de la calidad del servicio en instituciones de educación superior adopta un enfoque integral que abarca diversas dimensiones de la experiencia estudiantil. Este enfoque está diseñado para medir la satisfacción de los estudiantes a través de múltiples variables que reflejan diferentes aspectos del servicio educativo.

 

En términos de dimensiones, incluye áreas clave como la enseñanza, la organización académica, la infraestructura y los servicios universitarios, así como la vida universitaria en su conjunto. Cada uno de estos componentes integra tanto aspectos objetivos, tales como las instalaciones y los métodos de enseñanza, como subjetivos, como la percepción del clima universitario y las actitudes personales de los estudiantes.

 

Esta validación se da a partir del análisis sobre las percepciones y experiencias de los estudiantes en relación con los servicios ofrecidos por las instituciones lo cual corrobora que las dimensiones propuestas reflejan efectivamente la calidad del servicio desde la perspectiva estudiantil siendo fundamental para identificar las variables más significativas que influyen en la satisfacción de los estudiantes. Asimismo, su aplicación en diferentes campos permite identificar áreas específicas donde las instituciones pueden realizar mejoras como la enseñanza, la organización académica, la infraestructura, los servicios ofrecidos y la vida universitaria en general. Esta identificación es crucial para la optimización continua de los servicios educativos.

 

Finalmente, el modelo demuestra ser aplicable en contextos regionales de América Latina. Esta aplicabilidad facilita comparaciones y el intercambio de mejores prácticas entre instituciones, contribuyendo a una mejora generalizada en el sector educativo, donde se proporciona un marco claro para medir la calidad del servicio, lo cual puede asistir a las instituciones en el cumplimiento de los requisitos de acreditación y en la mejora de su imagen en un mercado educativo competitivo que busca generar un mayor valor para los estudiantes y contribuir a la competitividad en el sector educativo.