Como docentes uno de nuestros objetivos es el éxito
académico de sus estudiantes, las deficiencias en el ambiente universitario se
pueden manifestar bajo las formas de rendimiento académico bajo y el abandono
de la universidad por el estudiante (15). El rendimiento académico es la
capacidad de respuesta que tiene un individuo a estímulos, objetivos y
propósitos educativos previamente establecidos o también es la expresión que
permite conocer la existencia de calidad en la educación a cualquier nivel. Un
rendimiento académico bajo, significa que el estudiante no ha adquirido de
manera adecuada y completa las competencias, además de que no posee las
herramientas y habilidades necesarias para la solución de problemas referente a
los objetivos de las asignaturas. El fracaso del educando evidencia una
dramática realidad que afecta a toda la comunidad educativa: alumnos, padres,
profesores y por ende, al conjunto de la sociedad (17). El rendimiento
académico bajo del estudiante universitario generalmente se encuentra
relacionado con múltiples factores: familiares, académicos, económicos,
sociales, culturales.  

Para Arvery mencionado por Trull, inteligencia es una capacidad mental muy general que,
entre otras cosas, implica la capacidad de razonar, planear, solucionar
problemas, pensar en forma abstracta, comprender las ideas complejas, aprender
rápido y aprender de las experiencias. No es tan solo aprendizaje a través de
los libros, una habilidad académica estrecha o ingenio para contestar pruebas;
más bien refleja una capacidad más amplia y profunda para darse cuenta de
nuestros alrededores “darse cuenta” “dar sentido” a las cosas o “figurarse que
hacer.” (32) 

La inteligencia, entendida desde el enfoque psicométrico, es
una variable con notorio peso específico en las calificaciones. Aunque no es el
único determinante en el rendimiento académico, la inteligencia es uno de los
factores más estudiados y uno de los más estables al tratar de predecirlo. Hay
que precisar, no obstante, que la magnitud entre las correlaciones entre
calificaciones y puntuaciones en pruebas de inteligencia es moderada.  

En una investigación realizada en una universidad privada de
Lima – Perú; se buscó la relación entre inteligencia y rendimiento académico,
se pudo encontrar que mientras se incrementa el nivel de inteligencia, el
rendimiento académico no se ve afectado. Quiere decir que el alumno más
inteligente no es el de mejor rendimiento académico. En este sentido Montero concluye
que no existe relación entre inteligencia y rendimiento académico. (5)  

Si el estudiante más inteligente no siempre es el que tiene
mejores calificaciones, surge el reto para el docente: ¿Cómo hacer que los
estudiantes usen la inteligencia para mejorar el rendimiento académico? Debemos
reflexionar como hacer frente el reto antes mencionado.  

  

Referencias 

MELECAB.
Traditional Predictors of Academic Performance in a Medical Schools Independent
Study Program. Acad Med. 1995; 70:59-63.  

García-Cruz R, Guzmán R, Martinez JP. Tres aristas de un
triángulo: Bajo rendimiento académico, Fracaso y deserción escolar, y un
centro: El adolescente. Revista
electrónica de Psicología [revista en Internet]. 2006 

Trull T., Phares E. Psicología Clínica. 6ta Edición.
Editorial Thompson Internacional. México 2001. 

Montero E. y cols 2007. Factores institucionales,
pedagógicos, psicosociales y sociodemográficos asociados al rendimiento
académico de la Universidad de Costa Rica: Un análisis multinivel. RELIEVE, Vol. 13, N° 2, pp. 215-234.
Costa Rica. 

Faleh S. y
cols 2009. Effect of gender on performance of undergraduate dental students at
the University of Jordan Amman. Journal of dental education. Vol. 73. N° 11 pp.
1313 – 1319. Jordania.