El primer día de clases puede impactar al estudiante y generar la motivación externa e interna hacia
la asignatura y la carrera. La primera impresión es lo que cuenta y es la
habilidad que tiene el docente de lograrlo tanto de su imagen personal, actitudes
y el contenido de la asignatura, la primera imagen nunca se olvida.   

 La clase inaugural es más que el inicio de un curso
académico; es una puerta que se abre a un mundo de conocimientos y
experiencias. Es el primer contacto entre el profesor y los estudiantes, y
establece el tono para el resto del curso. 

La primera impresión es crucial. En la clase inaugural, el docente
tiene la oportunidad de presentarse, establecer sus expectativas y dar a
conocer su estilo de enseñanza. Los estudiantes, por su parte, pueden formarse
una idea de lo que será el curso y cómo se desarrollará. 

La clase inaugural también es el momento de establecer el
ritmo del curso. El profesor puede presentar el plan de estudios, los objetivos
de aprendizaje y las estrategias de enseñanza que se utilizarán. Esto permite a
los estudiantes entender qué se espera de ellos y cómo pueden alcanzar sus
metas académicas. 

Un aspecto crucial de la clase inaugural es la creación de
un ambiente de aprendizaje positivo. El profesor puede fomentar la
participación activa, promover el respeto mutuo y alentar a los estudiantes a
expresar sus ideas y opiniones. Esto contribuye a crear un ambiente en el que
los estudiantes se sientan cómodos y motivados para aprender. 

Podríamos decir que el primer día de clase es como el amor a
primera vista, un amor académico que como docentes tenemos la responsabilidad
de cultivar y nutrir. Ya no hay una segunda oportunidad para causar una primera
buena impresión. Es por ello que el docente debe generar una buena imagen ante
el estudiante y una buena imagen de la asignatura. Esta primera imagen quedará
grabada en el estudiante.  

Algunas recomendaciones para la clase inaugural 

· Iniciar la sesión de aprendizaje puntualmente,
de esa manera demostramos los valores inherentes a un profesional 

· Nuestra presentación personal debe ser pulcra y formal 

· Mostrar el perfil académico del docente y su
gran experiencia profesional, de esa manera generará confianza y se mostrará
como referente en su asignatura 

· Mencionar los pasatiempos que tiene el docente,
de esa manera vean la parte humana del profesional y genere una relación horizontal
con los estudiantes del aula.  

· Contar la historia personal de como el docente llegó
a cumplir sus metas y como llego a ser docente  

· Explicar a grandes rasgos el contenido de toda
la asignatura y la relación de esta con el mundo profesional, mencionar un caso
real donde la asignatura intervenga. 

· Realizar una presentación de alto impacto, con contenido
audiovisual atractivo, que generará una motivación interna de parte del
estudiante, el ingenio del docente no tiene límites. 

· Fomentar la participación de los estudiantes, motivándolos
y generando un trato amigable, preguntar por su nombre de pila y deseándole el
mejor de los éxitos profesionales 

· Despertar la emoción de estar en la universidad
y en la asignatura, mostrar historias de grandes profesionales que alguna vez
estuvieron en el aula de clase, darles a conocer el futuro que les espera si
cumplen las competencias. 

· Generar una visión de cada uno de los
estudiantes, generándoles una imagen mental de cómo se verían como
profesionales en un periodo de tiempo y de cómo la asignatura ayudará a cumplir
esa visión. 

· Realizar una clase amena y divertida, para
remover el estrés y temor frente al docente 

· Motivarlos a repasar los contenidos y dedicar
tiempo a la construcción de conocimientos.  

· Presente de bienvenida: los docentes de educación
inicial dan presentes como afiches o figurar a los niños el primer día de
clase. Podemos emular ese detalle en educación superior, darles un pequeño
recuerdo como un lapicero o un chocolate esto generará, familiaridad y reforzará
la primera buena impresión.  

La clase inaugural es un evento significativo en la vida
académica. Es el comienzo de un viaje de aprendizaje, lleno de desafíos y
descubrimientos. Al establecer un tono positivo y alentar la participación
activa, el profesor puede asegurar que este viaje sea una experiencia
enriquecedora para todos los estudiantes. 

  

Referencias bibliográficas 

Prince, M. (2004) Does Active Learning Work? A Review of the Research. Journal of
Engineering Education, 93(3), 223-231. 

Eison, J. (2010). Using Active Learning Instructional Strategies to Create Excitement and
Enhance Learning. Journal of Management Education, 34(2), 190-208. 

Cornelius-White, J. (2007). Learner-Centered Teacher-Student Relationships Are Effective: A
Meta-Analysis. Review of Educational Research, 77(1), 113-143.